(a) Que la persona que trasmite sea dueña del bien;
(b) que exista justa causa para la transmisión;
(c) que haya voluntad de trasmitir en el transmitente y de adquirir en el adquirente; y
(d) que el transmitente y el adquirente tengan capacidad para trasmitir y adquirir, respectivamente.